La principal grasa del coco es el ácido láurico que, además de ser un alimento celular, es un poderoso antiviral y antibiótico. La grasa del coco rompe la membrana celular de las bacterias y esto las hace fácil presa del sistema inmunológico. De igual modo, el coco ha mostrado tener un positivo efecto antiviral. Por ejemplo, personas con hepatitis C, con una carga viral de 900.000, después de consumir dos cucharadas diarias de aceite de coco durante seis semanas, han logrado reducir la carga viral hasta 200.000. Entiéndase que la carga viral es la cuantificación de una infección por virus.
El coco no solo aporta una valiosa nutrición, pero simultáneamente se comporta como un antiviral y un antibiótico, pues tiene la capacidad de destruir virus, hongos y parásitos. A un bebé puede nutrirlo y le da, además, protección contra un espectro de enfermedades. La leche materna también presenta grasas de cadena media idénticas a las del coco y estas son las que proveen mayor protección inmunológica al infante. Por esta razón, en Jamaica, Nicaragua, Polinesia, Hawái, Tailandia y Filipinas se usa al coco como leche sucedánea. Así también, observamos que las leches de fórmula comerciales utilizan estas grasas de cadena media para darle protección al bebé.
Los siguientes son los usos medicinales del aceite de coco:
1. Infecciones urinarias.
2. Neumonía, influenza, gonorrea, mononucleosis, meningitis, endocarditis, fiebre reumática.
3. Pie de atleta, hongos en la piel, candidiasis.
4. Herpes, hepatitis C.
5. Parásitos intestinales, como Giardia lamblia tenia solitaria, tiña.
La ciencia parece haber resuelto satisfactoriamente la pregunta de cómo combate el coco a los microorganismos. Las grasas de cadena media del coco deforman, corrompen y disuelven la membrana celular de los organismos patógenos, al punto que se desintegra la membrana y el microorganismo muere. Sin membrana protectora, se vuelven una fácil presa del sistema inmunológico. Los microorganismos más vulnerables a las grasas de cadena media son aquellos encapsulados en membranas lipídicas, virus y bacterias revestidos de grasas.
Otro mecanismo que explica la capacidad de levantar la inmunidad del aceite de coco la encontramos con la monolaurina, un monoglicérido del ácido láurico que estimula la producción de los leucocitos, específicamente las células T.
Gracias por la información, Gerónimo.
ResponderEliminarCESAR_INFANTEQ@HOTMAIL.COM
tengo una bebe de 1 año que presenta diferentes tipos de cuadros virales etc. y que buena fuente de informacion alternativa me ha resultado este articulo. Gracias.
ResponderEliminar