¿Cómo justificar el consumo de
pescado dentro de la alimentación pitagoreana? Quizá en última instancia, como
meta final, deberemos prescindir de los peces de nuestra dieta, considerando
también que en estos tiempos hay severos problemas de contaminación en los
mares: el mar es tóxico y esas toxinas se concentran en los cardúmenes. Sin
embargo, hoy todavía sugerimos el moderado consumo de pescado. Será necesario
contestar esta pregunta desde diversos ángulos, para tener una respuesta más
completa.
Para
estudiar la teoría de la dieta ictiovegana primero debemos saber lo que es una
teoría. Teoría
viene de teo,
que es Dios. Una teoría, entonces, es una visión de Dios. Es decir, no hay
teorías correctas ni incorrectas, son solo puntos de vista. Y mientras más omnisciente
sea nuestro punto de observación, mayor será nuestra perspectiva de la
realidad. Entonces, podemos ver el tema del pescado de diferentes maneras. Es
muy difícil hacer el salto de una alimentación eminentemente carnívora a una
vegana, pues para muchos representaría un escalón demasiado empinado que subir.
La mayoría de personas no está en condiciones de hacer tal sacrificio. Quizá
sea más efectivo hacer cambios graduales en nuestra dieta, antes de intentar un
salto repentino a la alimentación vegana.
A pesar de la contaminación de
los mares, hay que saber que el pescado es evolutivamente bastante más
rudimentario si lo comparamos con otros mamíferos. El pescado viene del mar, de
donde procede toda la vida. Su sangre fría lo coloca en una posición intermedia
entre vegetal y mamífero. Hay que recordar que la vida surgió primero con organismos
unicelulares; luego, vendrían los fitoplánctones, el zooplancton, los
pececillos, los peces, los anfibios, los reptiles, los roedores, los cuadrúpedos
mamíferos, los primates y simios erguidos como nosotros, los hombres. Además,
el pescado es el único animal que tiene grasas esenciales y saludables para el
ser humano. El consumo de las grasas de pescado promueve la salud arterial,
mientras que las grasas saturadas de todos los animales terrestres engrasan los
órganos y obstruyen las arterias. En conclusión, el pescado es un alimento que
contiene beneficios para la dieta, muchos más que los provistos por otros
animales, por lo que su consumo tiene sentido. Para las personas que deseen
adoptar una dieta ictiovegana, recomendamos pescado de carne roja, no más de
dos veces a la semana, lo que incluye anchoveta, salmón, trucha, atún, caballa,
jurel y todo pescado de carne roja y grasosa.
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